El perfil de un buen líder está en constante construcción, pero especialmente los últimos tres años han puesto patas arriba estilos de liderazgo que estaban establecidos. Los nuevos modelos y formas de trabajo, así como las nuevas tecnologías y herramientas de comunicación, exigen la adaptación tanto del equipo como del líder. Los estudios revelan que en el primer trimestre de 2022 la productividad de los empleados cayó un 7,5%, el descenso más severo de los últimos 75 años. ¿La causa? Las consecuencias de un «mal liderazgo».
Una cita de un artículo alemán de Wiggli afirma que: «Ésta es la era de los líderes: el tiempo de los «jefes» ha terminado».
Pero, ¿cómo evitar ser un «jefe»? ¿Qué es un «buen» líder? ¿Cómo te conviertes en uno? ¿Hay formación específica para ello? La lista de planteamientos sobre qué hacer, cómo comportarse y qué es aceptable puede llegar a ser abrumadora. De hecho, a veces la solución más sencilla la tenemos justo delante de nosotros, y muchas veces no requiere de una transformación total para dar resultados positivos.
La socióloga y autora Tracy Brower, PhD, publicó un artículo en el que esboza tres cualidades esenciales del liderazgo más valoradas por los miembros de un equipo. He aquí 3 pasos para que los líderes dirijan equipos eficientemente siguiendo sus pautas:
#1 Demuestra a tu equipo lo mucho que aprecias su trabajo
Si se hiciera un cuestionario improvisado en la calle preguntando a la gente cuán competente y apreciada se siente en su trabajo, ¿cuántos responderían «mucho»? Probablemente no muchos. La realidad es que hay mucha gente estancada en su trabajo, que sigue adelante pero sin inspiración. ¿Su razón para trabajar? Quizá sea poder alimentar a su familia o una manera fácil de matar el tiempo, pero desde luego no porque se sientan muy apreciados en su función y entorno laboral.
Sin embargo, todos los seres humanos anhelan el reconocimiento, aplicado a todos los ámbitos de la vida, incluido el trabajo. Después de todo, ¿hay algo mejor que ser reconocido por tus jefes? En el fondo, los empleados sienten el deseo de formar parte de algo grande (el denominado sentido de pertenencia), de hacer una contribución personal a un objetivo compartido y de tener la oportunidad de demostrar sus habilidades y talento a los demás.
¿Cómo pueden los líderes fomentar las habilidades en el equipo?
En primer lugar, es importante comunicar la visión corporativa común, así como los valores de la empresa, de forma transparente. Además, debes recordar casi a diario la importancia de cada contribución y el valor de cada uno para alcanzar este objetivo. Resáltalo en su trabajo diario. Porque lo cierto es que cada empleado funciona como una pieza esencial e insustituible en el gran puzzle que lleva al éxito a la empresa. En este sentido, responsabiliza también al equipo de los resultados; en los éxitos y en los fracasos: nadie debe tener la sensación de que su trabajo es irrelevante y carece de importancia en el resultado común.
Capacita a tu equipo dándoles la confianza para resolver problemas o proyectos difíciles por sí mismos. Aprender practicando con casos prácticos mejora el desarrollo desde el inicio.
Una cita en un artículo de Forbes hace referencia a esto mismo: «Haz que tus colaboradores se sientan responsables de lo que hacen. Hazles comprender y apreciar el valor del trabajo que hacen y cómo su función repercute en el conjunto de la empresa. Consigue su implicación y hazles sentir el valor de lo que hacen».
Proporciona comentarios transparentes y sinceros y muéstrales tu apoyo, incluso en caso de errores o proyectos fallidos. De este modo, los directivos pueden demostrar que están atentos a todas las actividades del equipo y se esfuerzan para que los empleados puedan hacerlo mejor.
#2 Favorece la autonomía y la flexibilidad de tus colaboradores
Algunos estudios han demostrado que el aumento de la responsabilidad en la toma de decisiones está directamente relacionado con un mayor compromiso, un mejor rendimiento y mayores niveles de satisfacción. Si se analiza esto más detenidamente, es fácil ver por qué. Por ejemplo: si el horario de trabajo de un empleado puede organizarse de forma más flexible, es más probable que la persona sea capaz de satisfacer múltiples demandas, y esto puede incluso conducir a una mejor conciliación entre la vida laboral y la personal. El sentido de independencia es inherente a nosotros, por eso, beneficiarse de una mayor libertad de elección y de mayores niveles de responsabilidad, potenciará el sentimiento de confianza del individuo.
¿Cómo pueden estos líderes crear un entorno de trabajo autónomo?
Deja que tu equipo decida desde dónde y a qué horas prefiere trabajar. La mayor flexibilidad conduce a un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal, un mayor bienestar e incluso puede aumentar el rendimiento y la productividad.
Forma a tu plantilla. Favorece las aportaciones creativas y la participación en los proyectos, haciéndoles partícipes de los procesos de toma de decisiones importantes. Proporciona al equipo nuevos retos cada día, dejando que sean los empleados quienes decidan en qué proyectos quieren participar, o incluso encargarse de ellos, y en cuáles prefieren no hacerlo. Porque estar personalmente interesado en un proyecto también influye en la motivación de los participantes, y cuanto más motivado esté el equipo, mejor será el resultado.
#3 Cuida de tus colaboradores
Una organización puede estar formada por 5 o por 30.000 empleados, pero por muchos que sean los integrantes de un equipo, no cambia el hecho de que se trata igualmente de muchas personas implicadas. Individuos, personas como tú y como yo. Personas que anhelan el bienestar y la atención. La rutina laboral diaria consume mucho tiempo en la vida de una persona que trabaja a tiempo completo. Por eso, es aún más importante que la persona se sienta cómoda y bien atendida. En este contexto, es imprescindible que los empleados sientan que sus supervisores se preocupan por ellos. Cuando se trata de directivos ocupados y normalmente estresados, la atención es un recurso escaso. Pero si «sacrifican» su valioso tiempo y se lo dedican al empleado, se ayudará a potenciar el sentimiento de pertenencia y, consecuentemente, la motivación del profesional. Además, mostrarse presente y accesible hace que los empleados confíen más en ellos y estarán más implicados en su trabajo.
¿Cómo puede un líder demostrar atención a sus colaboradores?
Ser auténtico y estar presente en su rutina diaria de trabajo, dedicar tiempo al equipo y conocer sus intereses y individualidades personales, construir relaciones reales y sanas con los miembros del equipo… Los empleados no son solo un medio para el éxito de la empresa, es necesario cuidarlos. Demuestra interés por su vida más allá de la oficina, e invierte en conversaciones personales sinceras y respetuosas al mismo nivel. De este modo, sentirán que son escuchados y se crearán las bases de una confianza mutua. Y especialmente cuando se trata de temas más privados y personales, como crisis familiares, dificultades económicas o salud mental, el directivo, como persona de confianza, puede actuar bien como mediador y remitirles a los servicios de apoyo adicionales adecuados.
Dra. Mareike Awe: «Un verdadero líder no suele ser la persona del grupo que más habla: es la persona que mejor escucha. Y escuchar significa no solo oír lo que se dice, sino también, ver lo que no se dice».
Según estos estudios, un buen líder dedica unas 2,5 horas a la semana exclusivamente a escuchar a su equipo y resolver sus problemas. Sin embargo, una buena cultura corporativa interna y unas relaciones positivas entre los miembros del equipo también pueden amortiguar a las personas que experimentan problemas de salud mental. Por eso es aún más importante sentar las bases para que la plantilla establezca buenas relaciones. ¿La clave? Actividades de creación de equipos, como proyectos y tareas de colaboración. La sensación de lograr las cosas juntos y la oportunidad de aprender unos de otros en este proceso refuerza la confianza y las relaciones de todos los individuos de la empresa.
Además, puedes demostrar que te preocupas por su bienestar haciéndoles preguntas sobre su futuro y apoyándolos en su desarrollo profesional o personal, por ejemplo dándoles la oportunidad de aprender un nuevo idioma en el trabajo.
Jack Welch, ex Consejero Delegado de General Electric: «Antes de ser líder, el éxito consiste en desarrollarte a ti mismo. Cuando eres líder, el éxito consiste en desarrollar a los demás».
Pensando en el mañana…
Una investigación realizada por la Universidad de Bolonia y Wilmar Schaufeli, de la Universidad de Utrecht, demuestra que las personas que sienten que su jefe se preocupa por su bienestar tienden a tener más éxito en sus carreras profesionales. Otro trabajo de investigación de Project Oxygen afirma que, si existe una cultura de atención en la empresa, es un 71% más probable que se alcancen mejores niveles de compromiso en los empleados. La razón es que las personas sienten una necesidad de reciprocidad en lo que hacen. Si creen que el líder confía en ellos, les traspasa responsabilidades personales y cuida de ellos, reaccionan mostrando más compromiso, dedicación, rendimiento, creatividad y productividad. Esto, a su vez, influye directamente en el éxito de la empresa, ya que empleados satisfechos hacen clientes satisfechos.
Además, un ambiente de trabajo positivo y desarrollar buenas relaciones en todos los niveles de la empresa también tiene repercusión en el Employer Branding, para la búsqueda de candidatos, especialmente en los tiempos actuales con la guerra de talento que estamos atravesando.
Los directivos que dedican tiempo a su equipo y les escuchan, mejoran sus niveles de bienestar. Pero el apoyo diario a los problemas personales de otros requiere de mucho tiempo y es emocionalmente agotador para el líder. Las personas que llevan mucho tiempo en puestos de liderazgo y han lidiado muchas veces con problemas de los empleados suelen ser más capaces de hacer frente a esta carga emocional. Para los nuevos, podéis mejorar vuestras habilidades para dominar con éxito este reto, con nuestro servicio de Business Coaching.
Ser un buen líder no siempre será fácil, eso está claro. Pero en el momento en que te das cuenta de que tu apoyo tiene un impacto positivo en tu equipo y en tu empresa, sabrás que ha merecido la pena.
