En la nueva normalidad, donde el mundo laboral seguirá siendo aún más digital después de la pandemia, las aulas virtuales son un elemento esencial de la nueva experiencia de aprendizaje digital.
Para muchos colaboradores, las aulas virtuales son:
- una novedad a la que han estado muy poco expuestos.
- una herramienta que ahora utilizan con frecuencia pero que no dominan del todo.
Consejos para profesionales en las aulas virtuales
En Speexx, llevamos muchos años utilizando las aulas virtuales como herramientas para proporcionar con éxito una formación en idioma que mejore realmente las habilidades de comunicación de los usuarios. Por ello, conocemos a la perfección las ventajas y los retos que presentan.
Una verdadera profesional de este campo es Jo Cook, speaker y experta en coaching online reconocida internacionalmente, ha compartido con nosotros su experiencia y conocimientos en varias ocasiones. Mostrándonos en una de ellas los puntos clave que hacen que las aulas virtuales funcionen y garanticen el éxito tanto de los profesores como de los usuarios.
No te pierdas la grabación de esta sesión “How to improve your Virtual Classroom” aquí.
Los desafíos de las aulas virtuales
La popularidad de las aulas virtuales ha crecido en el ;último año, pasando de ser una forma de aprendizaje apenas conocida a una realidad que se ha colado en la mayoría de los hogares.
Asimismo, como todas las novedades, las aulas virtuales presentan algunos retos que hay que tener en cuenta para evitar la frustración y optimizar su uso.
La tecnología de las aulas virtuales
A menudo, el éxito de una sesión virtual depende de la calidad de las tecnologías utilizadas. Es absolutamente esencial probar todos los aspectos técnicos antes de que comience una sesión, de modo que se pueda identificar y solucionar de antemano cualquier problema. Puede ser muy frustrante que la tecnología no funcione como queremos (tanto para los instructores como para los participantes), pero cuando más se conozca una herramienta, más rápido se podrá solucionar cualquier problema que surja.
Por supuesto, siempre puede fallar algo, incluso en las sesiones presenciales. La clave estpa en prepararse al máximo y anticiparse a cualquier problema que surja de antemano, para reducir al mínimo las interrupciones y los problemas. La mejor manera de manejar cualquier imprevisto es mantener la calma, y abordarlo con la mayor discreción posible. Para que esto funcione, es fundamental que estés muy familiarizado con todas las herramientas que piensas utilizar y que hayas probado a fondo antes.
La mayoría de las sesiones virtuales tienen lugar a través de Zoom, Teams o Adobe Connect y todas ofrecen características similares. Tómate el tiempo necesario para conocer cada aula, probando cada plataforma previamente con tus compañeros en un entorno distendido antes de celebrar una sesión seria en el aula virtual.
Cámaras encendidas (o no) en las sesiones virtuales
Para algunos, ver las caras de los participantes en las aulas virtuales es crucial. Ayuda saber que, incluso en una sesión virtual, estás sentado en un aula (virtual) con otras personas reales. Cada usuario tiene una cara detrás de la pantalla y es reconfortante ver cómo se ríen de un chiste del profesor o cómo se toman un café mientras atienden.
En cambio, a otros puede resultarles molesto poner la cámara. Sin embargo, algunas sesiones exigen tener las cámaras encendidas y se puede convertir hasta en un requisito para participar.
En realidad, hay muchas buenas razones por las que alguien puede no querer encender la cámara. Algunos pueden simplemente no sentirse cómodos debido a su estado de ánimo ese día, o simplemente no se sienten cómodos compartiendo a sus hijos en el fondo. Otra razón puede ser que su conexión a internet no sea lo suficientemente potente como para proporcionar una imagen nítida y un vídeo de calidad. Esto puede repercutir en la transferencia de información y en que la comunicación fluya.
En lugar de centrarse en la presencia física de un participante durante una sesión, es más importante centrarse en conseguir una participación activa y, en última instancia, transmitir el mensaje que se desea de la manera más eficaz posible. Para no restar flexibilidad dentro de las sesiones, lo mejor es respetar las decisiones de las personas en cuanto a su presencia o no a través de la webcam.
Deja que los participantes de las aulas virtuales decidan por sí mismos si quieren participar en una sesión con ella o no encendida. La mayoría de las veces, una cámara apagada tiene menos que ver con la motivación del alumno que con problemas técnicos o de ambiente.
Promover la interacción en las aulas virtuales
En las aulas virtuales, el riesgo de que la comunicación resulte unidireccional es especialmente alto. Por lo general, el profesor a veces no puede ver a los participantes, lo que puede llevar a que la sesión se parezca más a una conferencia que a una clase interactiva. Para evitar eso, el profesor puede recurrir a herramientas de software que faciliten la interacción con los participantes de la sesión.
El uso de herramientas de chat dentro de la herramienta de vídeo puede ser muy útil cuando se busca interactuar con los participantes. Desde ahí pueden intercambiar fácilmente ideas, comentarios o preguntas sin interrumpir al profesor.
Los grupos de trabajo dentro de un aula virtual también son otra buena manera de hacer que los participantes interactúen entre sí. Es importante tener preparado el material sobre el que tienen que debatir y que después en conjunto se comente qué conclusiones se han sacado. Estas alternativas son perfectas para mantener a los participantes activos y abiertos a la comunicación.
Cuanto más atractivas sean estas herramientas, más probable será que los usuarios mantengan la concentración y obtengan resultados de su aprendizaje, y por tanto se mantengan motivados. Jo Cook recomienda prepararse para una sesión virtual como si fuera una presencial.
Optimizar la motivación en las aulas virtuales
Los límites entre la motivación, la interacción y la animación en las aulas virtual son difusos. Estos elementos se superponen unos a otros y funcionan todos juntos de diferentes maneras. La cuestión de cómo motivar a los alumnos en las aulas virtuales no puede responderse diciendo simplemente que hay herramientas interactivas que debería considerar aplicar o comprar.
Conseguir que la gente participe activamente en una sesión de aula virtual es algo más que ofrecer herramientas interactivas. Tal vez sean tímidos o tengan miedo de utilizarlas incorrectamente, o tal vez ambas.
Las herramientas interactivas son esenciales para hacer una sesión divertida y entretenida, pero el hecho de que estas herramientas estén disponibles no significa que sus participantes las vayan a utilizar. Entonces, ¿cómo se puede animar a una persona a participar activamente en un espacio virtual?
La respuestas es estar atento a las necesidades de la persona. Tómate el tiempo que necesites para conocer mejor a los participantes y utiliza todas las herramientas disponibles aprovechando todas las posibilidades que ofrecen.
Oportunidades en las aulas virtuales
A pesar de todas las posibles dificultades que puedas encontrar al crear tu aula virtual, el paso de la formación presencial a la digital sigue superando los retos. La formación virtual ofrece tantas oportunidades para tu empresa que merecerá la pena todo el esfuerzo que realices para la transición.
Colaboración sin fronteras en las empresas internacionales
El aula virtual es independiente del tiempo y el lugar, o mejor dicho, de las zonas horarias y las culturas. En ella, empleados de todo el mundo pueden reunirse e intercambiar ideas. Las aulas virtuales pueden tener lugar simultáneamente y, sin embargo, en momentos muy diferentes para cada alumno. Pueden acompañara sus empleados a lo largo del día: en Shanghái al final de su jornada laboral, en París durante el almuerzo y en Sao Paulo en el inicio de su jornada.
Para las empresas y organizaciones que operan a nivel internacional, las aulas virtuales pueden ser una herramienta especialmente sorprendentemente y eficaz para acercar a los empleados de todo el mundo y fomentar el sentimiento de pertenencia al grupo más allá de las fronteras físicas.
La oferta de Speexx, en particular, permite a las grandes organizaciones internacionales acercar a sus equipos en un mundo digital en el que poder trabajar las habilidades lingüísticas, dentro o fuera de las aulas virtuales.
Aprender a tu ritmo en los entornos virtuales
En un aula virtual, se da la oportunidad de seguir formándose de la manera que mejor se adapte a las necesidades y horarios de cada uno. Este tipo de autonomía es una maravillosa oportunidad para poner el propio comportamiento bajo el microscopio.
Un aula virtual puede ser interactiva, pero también puede resultar aislante. Cada alumnos tiene el control -más que en las clases presenciales- de la forma en que quiere participar. activamente en la sesión. Esto ofrece más libertad al individuo y, por tanto, los éxitos de aprendizaje conseguidos a través del aprendizaje independiente se sienten tanto mejor y más gratificantes.
Prestar atención y escuchar atentamente las necesidades de los participante será crucial a la hora de diseñar la disposición del espacio de aprendizaje virtual. Además, el uso de comentarios y aportaciones es importante para el desarrollo y la optimización continua. Esto puede aumentar la motivación de los que se incorporan para participar activamente e impulsar el aprendizaje entre los usuarios.
Feedback: la regla de los 3-5 minutos
Cada tres o cinco minutos debe haber alguna forma de interacción entre el profesor y los participantes del aula virtual. También puede ser algo muy breve: una encuesta, un tiempo para preguntas, un emoji, un like… Este tipo de retroalimentación es importante para asegurar que los participantes entiendan lo que se les está presentando y para mantenerlos enganchados.
Estas mini interacciones son lo que Jo Cook denomina “lenguaje corporal digital”. Un término adecuado, ya que un emoji o una respuesta a una pregunta es lo que sustituiría al lenguaje corporal o las señales físicas que, en un entorno presencial, proporcionaría un feedback silencioso al profesor. Así él podría ir adaptando su clase al nivel de implicación explícita de los participantes.
En última instancia, el estilo de la clase también se puede beneficiar de esta regla. Le da la oportunidad de probar diferentes herramientas e introducirlas en las lecciones y presentaciones. También pueden considerar en qué momento y qué tipo de feedback es el más adecuado para garantizar la interacción y el compromiso constante con los demás participantes que asisten a la sesión.
Nuevos skills digitales para profesores y usuarios
En general, las aulas virtuales ofrecen un sinfín de oportunidades para adquirir nuevas competencias digitales. En la mayoría de las situaciones existe un ambiente de colaboración en este espacio virtual, lo que facilita que todos prueben nuevas herramientas con las que aún no están familiarizados, sin temor a pasar vergüenza.
Mediante el uso de herramientas digitales, las aulas virtuales también ayudan a promover el desarrollo personal y la adquisición de nuevas habilidades digitales de una manera divertida y sin ninguna presión para que todo se desarrolle a la perfección.