Design Thinking en la formación en idiomas
El aprendizaje a menudo puede tener lugar en el típico aula lleno de personas (o en una oficina llena de compañeros de trabajo), pero la verdad es que es personal, especialmente cuando se trata de aprender un nuevo idioma. Y, desafortunadamente, no siempre ha sido fácil para los profesionales de RRHH y de formación crear experiencias únicas y personalizables para los empleados. Pero ahora, gracias a los avances en tecnología, el design thinking ha cambiado la forma en que aprendemos nuevas habilidades en el trabajo; ahora tenemos la capacidad de diseñar aplicaciones y programas centrados en la persona, específicamente para individualizar la formación.
Definiendo el «Design Thinking»
Entonces, ¿qué es exactamente el Design Thinking? El psicólogo Herbert A. Simon introdujo la idea de «cambiar las situaciones existentes a las preferidas» en su artículo de 1969 titulado «Sciences of the Artificial». Con esto, introdujo un enfoque del diseño más centrado en el ser humano, un concepto cualitativo y completo que se puede aplicar a una variedad de campos diversos, desde la medicina hasta la educación, pero ha evolucionado aún más desde que la tecnología comenzó a desempeñar un papel tan importante en nuestras vidas. En este momento de transformación digital, cuando es demasiado fácil pasar por alto la importancia de los factores humanos en medio de un rápido cambio tecnológico, el Design Thinking ofrece una forma de entender, evaluar y probar las experiencias de los usuarios de una manera verdaderamente empática.
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Aplicando el «Design Thinking» al aprendizaje de idiomas
El Design Thinking se divide en cinco pasos clave: empatía, definir, idea, prototipo y prueba, cada uno de los cuales puede (y debería) ser utilizado por los equipos RRHH, formación y desarrollo para mejorar el aprendizaje en el lugar de trabajo y la formación en idiomas.
Con eso en mente, echemos un vistazo más de cerca a cómo se usa el Design Thinking en Speexx.
1. Empatizar: entender los objetivos del alumno que quiere aprender y mantener un idioma
El primer paso para desarrollar los planes de estudio de idiomas es comprender los objetivos de los alumnos. ¿Es necesario repasar las conjugaciones verbales antes de una llamada o videoconferencia? ¿El principal interés del empleado es hablar un nuevo idioma con fluidez? ¿Los empleados necesitan aprender conceptos específicos de sus sector en un determinado idioma? Conocer las necesidades y motivaciones de cada empleado le permitirá diseñar un programa de aprendizaje que los ayude a alcanzar sus metas personales de manera eficiente.
2. Definir: identificar lagunas y problemas de conocimiento
Una vez que tengas una comprensión clara de las necesidades y deseos de los usuarios, es hora de identificar las áreas problemáticas. ¿Cuáles son los pasos que deben tomar para alcanzar sus metas y qué les puede impedir tener éxito? Un hablante nativo de japonés, por ejemplo, puede encontrar más difícil aprender español que un hablante nativo de italiano debido a un menor grado de similitud léxica. Los problemas deben describirse en términos centrados en la persona, para que tanto los estudiantes como los profesionales de L&D puedan entender y ponerse de acuerdo sobre puntos débiles en particular. Durante esta etapa, también debes determinar cómo se ve el éxito para cada individuo. Esto ayudará a medida que se comience a diseñar una nueva ruta de aprendizaje, que nos llevará al tercer paso en este proceso.
3. Idear: brainstorming y próximos pasos
Ahora que sabes cuál debe ser el resultado final, es hora de averiguar cómo, exactamente, los usuarios pueden llegar allí. ¿Cuál debería ser el contenido de aprendizaje y cómo debería entregarse? Aquí es donde los recursos como la Inteligencia Artificial (IA) o las aulas virtuales pueden ser indispensables, ya que pueden sugerir técnicas y tácticas personalizadas que se ajustan a las necesidades de alumnos particulares. Al igual que Netflix, que analiza la actividad del usuario para sugerir películas y programas de televisión, la IA se puede utilizar en programas de formación en idiomas para estudiar el comportamiento y recomendar contenidos / métodos relevantes que puedan ayudar a los alumnos a lograr los objetivos identificados en la fase uno. Por supuesto, esto se suma a las ideas de los equipos de RHH y L&D: cuantas más soluciones pueda generar, mejor.
4. Prototipo: diseñar un entorno de aprendizaje de idiomas
Durante la etapa de creación de prototipos, tienes la oportunidad de poner sus soluciones en práctica. Si crees que los usuarios preferirán el contenido de vídeo sobre el material de lectura, graba un tutorial corto o una clase. ¿Crees que preferirán aprender en grupos? Configurar un aula virtual para aumentar la colaboración. El objetivo es evaluar si estos nuevos métodos de entrega de contenido y enseñanza están logrando los resultados deseados. La creación de prototipos proporcionará los conocimientos necesarios para mejorar una solución de aprendizaje propuesta antes que los programas más estructurados.
5. Test: afinando la experiencia óptima de aprendizaje
El paso final en el diseño de un programa de formación de idiomas es la evaluación. Al igual que con la creación de prototipos, este proceso se puede repetir una y otra vez para mejorar la experiencia del usuario. Una vez que los profesionales de RRHH tengan un claro entendimiento del perfil de un usuario (sus comportamientos y preferencias), puede utilizar estos datos para generar nuevas soluciones y crear nuevos prototipos; es un ciclo continuo destinado a ayudar a los diseñadores y desarrolladores a crear contenidos y recursos verdaderamente personalizados y soluciones efectivas para los alumnos.
Con el Design Thinking , las empresas pueden brindar a los empleados soluciones adaptables y personalizadas de aprendizaje de idiomas en el lugar de trabajo. Y en el mercado actual, donde las habilidades lingüísticas pueden ofrecer una ventaja competitiva sustancial (por ejemplo, el gigante japonés de comercio electrónico, Rakuten, exigían que su plantilla global fuera competente en inglés dentro de dos años), los profesionales de RRHH y de L&D pueden aprovechar esta técnica para impulsar el éxito individual y corporativo. Una organización solo puede tener éxito si sus empleados tienen éxito, y los programas de aprendizaje y desarrollo tienen un papel enorme que desempeñar en esto. Aplicar el Design Thinking a toda la formación es clave para garantizar que cada «jugador del equipo» esté entrenado con el conocimiento que ellos (y la compañía) necesita para avanzar.
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