«Puedo resistir a todo menos a la tentación de mirar mi móvil» podría ser una de las citas más famosas de Oscar Wilde adaptada al siglo XXI.
¿Cuándo fue la última vez que conseguiste hacer algo sin distraerte? Ha pasado mucho tiempo, ¿verdad? Y no me extraña. En nuestro mundo hiperconectado, es casi imposible no estar expuesto a estímulos y distracciones constantes. Sin embargo, es posible no distraerse y, en definitiva, conseguir hacer más cosas. La clave de la productividad es el monotasking.
Cuando la concentración falla
Una persona que hace todo al mismo tiempo puede parecer productiva a primera vista porque está siempre ocupada y comprometida. Sin embargo, las personas multitarea cometen muchos errores. Si siempre intenta concentrarse en varias cosas al mismo tiempo, al final se olvida de estar atento y acaba haciéndolo todo a medias (sin darse cuenta). Esto se aplica tanto al mundo laboral como a la vida personal. Por eso, el mindfulness se considera una técnica contra el estrés.
Cualquiera que practique mindfulness – especialmente la meditación – sabe que la concetración es mucho más difícil de conseguir que lo que uno puede creer. Esto demuestra que las distracciones pueden ser también internas. Una mente dispersa impide concentrarse en una única tarea a la vez.
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El smartphone como último distractor
El smartphone es el mayor enemigo del monotasking porque casi toda nuestra vida está en nuestros dispositivos. Los utilizamos para comunicarnos, trabajar, planificar nuestro tiempo libre, finanzas, como ventana digital al mundo, como profesor o bloc de notas, como meteorólogo, para consumir noticias y compartir recuerdos. Y eso ni siquiera son todas las posibilidades que nos ofrece un smartphone.
Independientemente del uso que le des a tu smartphone, supongo que el tuyo tampoco para de sonar, pitar y vibrar constantemente. Pero, ¿cuánto tiempo pasamos al día con el móvil? Hay grandes diferencias, dependiendo de la generación. Sin embargo, en general, se puede decir que la media de uso de pantalla entre los adultos de Reino Unido es de 5 horas diarias sin sumar el tiempo de uso de pantallas en horario laboral.
Cómo puede ayudarte el monotasking
Establece un objetivo claro y crea un plan para conseguirlo, paso a paso. Puede ser en una lista de tareas, en forma de gráfico o en formato mood board. Es importante visualizar tus objetivos para que sean alcanzables. Por ello es esencial ser realista, especialmente cuando establezcas los tiempos que necesitarás para completar cada tarea.
Minimiza todo tipo de distracción. En primer lugar, asegúrate de que el entorno sea tranquilo desactivando las notificaciones. Tú puedes elegir qué quieres recibir y ver con los diferentes tipos de notificaciones. A la inversa, esto significa que también puedes volver a activarlas en cualquier momento. Y si es demasiado complicado para ti, siempre hay opciones como el modo de concentración del que disponen ya algunos dispositivos.
Los beneficios del monotasking
El mindfulness también se puede aplicar a nuestro trabajo. Los que consiguen concentrarse en una sola tarea notan rápidamente una evolución positiva. Los beneficios más significativos del monotasking incluyen:
Productividad optimizada
El monotasking es mucho más efectivo que el multitasking como herramienta para maximizar la productividad. Cuando te concentras en una sola cosa, inviertes toda tu atención y tiempo, mejorando la calidad de los resultados.
Una mayor confianza
Cuando te centras en estar presente, mejoras las relaciones con los que te rodean. Al eliminar las distracciones, puedes estar disponible para los demás y conectar con los que te rodean a un nivel más profundo, generando una mayor confianza.
Mejores perspectivas
El monotasking está muy relacionado con vivir el momento. Centrarte en lo que estás haciendo, en vez de en lo que podrías hacer, ayuda a reducir el estrés. Al dejar atrás el pasado y no preocuparte por el futuro, puedes aprender a ser feliz con lo que estás haciendo en el presente. Suena un poco místico, pero es la verdad.
Dale una oportunidad al monotasking. Con un poco de visión estratégica y paciencia, notarás y disfrutarás de los beneficios del mindfulness en el trabajo
Advertencia
Mientras escribía este texto, tenía 27 pestañas abiertas en dos navegadores diferentes. Al hacer el recuento, también me he dado cuenta de que cuatro de ellas estaban repetidas. Recibí 12 mensajes en WhatsApp (pero «solo» leí 5), una notificación de Instagram, cuatro correos electrónicos, 16 mensajes en el chat del trabajo, dos notificaciones de la guardería sobre el comportamiento de mi hija, un anuncio para un internet más rápido en casa (más pestañas…), y dos notificaciones para que ¡¡por favor!! reinicie mi portátil para completar una actualización.
Como puedes ver, aún no he conseguido dominar el monotasking. Pero me comprometo a mejorarlo y a levantarme ahora mismo (mi smartwatch acaba de recordarme que llevo demasiado tiempo sentada) y a prepararme un café. Prometo no llevarme el móvil a la cocina para leer los mensajes de WhatsApp que me quedan…