Independientemente de su formación, un nuevo modelo de estudiante ha surgido de las nuevas generaciones y está acostumbrado a experimentar todo tipo de métodos de aprendizaje diferentes para trabajar nuevas habilidades favorables para su carrera profesional.
Suelen ser personas bastante ocupadas, que se distraen fácilmente y que prefieren aprender a su ritmo. Ávidos de información, que utilizan múltiples dispositivos para comunicarse, y que tienen claras sus prioridades, plazos y compromisos. Y muy probablemente, si estás leyendo esto, te veas reflejado en este nuevo modelo de usuario. Y como tal, sabrás que el entorno de aprendizaje profesional de hoy en día ya no es lo que solía ser.
Cualquier tipo de trabajo presencial (F2F) u oportunidades de aprendizaje siguen paralizadas debido a la situación de la pandemia. El paso al aprendizaje digital ya no es “algo guay” que se hace para estar a la moda, sino una necesidad para las organizaciones. Sin embargo, el enfoque tradicional de la educación online ha dejado a muchas compañías y a sus empleados en una situación de incertidumbre, ya que muchos equipos de formación ven poca o ninguna participación en sus proyectos educativos digitales.
Los profesionales de L&D a menudo se preguntan por qué esta estrategia inmediatamente adaptada a la situación, y apoyada por la tecnología más puntera, no está dando los resultados esperados.
¿Cómo podemos proporcionar los materiales de aprendizaje adecuados para que estos alumnos modernos adquieran el conjunto de habilidades que necesita para prosperar en la nueva normalidad?
El perfil del usuario moderno: ¿qué sabemos de él?
Emerald Works ha creado una infografía que muestra las características de este nuevo perfil de usuario, mostrando una visión general de su implicación hacia el aprendizaje.
Los mejores métodos de aprendizaje
En el top 3:
- Colaboración en equipo
- Conversaciones/reuniones
- Apoyo de los directivos
Esto pone de manifiesto la necesidad de la interacción social en el aprendizaje, siendo éste un factor importante a la hora de desarrollar programas de aprendizaje digital para los equipos. Dado que la mayoría de los proyectos presenciales ya no son una opción viable, los equipos de L&D han estado luchando todo este tiempo para complementar el factor social del aprendizaje digital. Lo que a menudo no reconocen es que pasar de formación presencial a la digital significa mucho más que pasar de un aula física a una virtual. El usuario moderno necesita una comunidad digital donde poder compartir sus experiencias de aprendizaje con los demás. Según Harvard Business Publishing, implementar las herramientas adecuadas para fomentar la relación de los grupos de trabajo online “ayuda a crear comunidades que fortalecen el propósito, la visión y los objetivos compartidos del grupo”.
Cuándo y cómo aprender
Nuestros usuarios están acostumbrados a aprender en el momento que mejor les viene. Una muy buena señal es que estos aprendices modernos estén interesados en seguir formándose fuera de su horario laboral. Lo que demuestra la necesidad de proporcionar un acceso sencillo al tipo adecuado de programas digitales de aprendizaje.
Antes, este aprendizaje solía verse como un proceso a largo plazo que requería constancia, mucha repetición y tiempo para retenerlo. Aunque todo esto sigue siendo cierto, la realidad es que los usuarios actuales son más impacientes y esperan ciclos de aprendizaje más cortos.
El estudiante de hoy busca información relevante que esté directamente relacionada con su campo de trabajo y que se encuentre disponible en el momento de la necesidad. El aprendizaje online se agiliza mediante el uso de los smartphones, que proporcionan acceso a los contenidos justo en el momento en que el usuario los necesita. Para la mayoría de estos estudiantes, la adquisición de conocimientos esenciales para su puesto suele ser una necesidad inmediata, por lo que los smartphones son el método más óptimos para proporcionárselos.
¿Qué les motiva a aprender?
El aprendizaje online ofrece muchas ventajas, pero la implicación por parte del usuario y su motivación son el verdadero factor del éxito de estos proyectos porque con estos proyectos:
- Quieren ser más eficientes en su trabajo, pudiendo realizar mejor y más rápido sus tareas.
- Quieren aprender para desarrollarse personalmente.
- Quieren aumentar su productividad.
Sabemos que el alumno moderno está motivado para desarrollar y poner en práctica sus habilidades profesionales. En este caso, los directores de L&D y las organizaciones tienen que cumplir, construir y asegurar el contexto adecuado para que se produzca un aprendizaje eficaz por parte de todos. Esto incluye el acceso a la plataforma de formación, el tiempo necesario de aprendizaje y una metodología y contenido a medida de cada empleado.
La contratación de servicios digitales de formación ha sido la única solución posible para poder continuar los programas presenciales de antes. Sin embargo, al igual que en otros departamentos, se ha tenido que evaluar antes el nivel de digitalización de los equipos, para buscar una solución a las demandas inmediatas de la transformación digital para hacer los procesos más eficientes y accesibles para todos.
Es importante tener esto en cuenta, porque el aprendizaje online no siempre es atractivo para este nuevo tipo de alumno debido a:
- Su falta de tiempo para el autoaprendizaje.
- No tener un lugar apropiado para estudiar.
- No encontrar el contenido específico para su formación.
Si se toma el tiempo necesario para identificar dónde implementar el aprendizaje online, el proceso será más efectivo, motivará a los usuarios y les resultará atractivo incluso en los momentos en los que les falta motivación.
Preparar a los usuarios para su nueva normalidad
Además de la infografía de Emerald Works, una investigación llevada a cabo por Deloitte retrata al “estudiante moderno” como un individuo “impaciente, que se distrae fácilmente, con sed de aprendizaje, pero al mismo tiempo abrumado y a menudo con exceso de trabajo”.
Los siguientes párrafos te ayudarán a preparar a estos usuarios modernos para que puedan desarrollar sus habilidades profesionales de la manera más eficaz posible y a su conveniencia.
Rediseñar el ciclo de aprendizaje
El aprendizaje solía plantearse como un proceso a largo plazo con un enfoque muy concreto, que requería de constancia, repetición y tiempo para retenerlo. Aunque la mayor parte de esto sigue siendo cierto, la realidad nos muestra que los usuarios de ahora son más impacientes que nunca y esperan ciclos de aprendizaje más cortos, que den una respuesta casi inmediata a sus necesidades.
Empatizar con el alumno
No hace mucho tiempo, la mayor preocupación de los departamentos de L&D era cómo ofrecer mejores contenidos a los empleados para motivarlos a ponerse con sus cursos de aprendizaje. Esto ya no es así. La nueva generación quiere aprender, pero a menudo se ve abrumada por la información que recibe. Además, su capacidad de atención es considerablemente menor.
El estudio de Deloitte, anteriormente mencionado, muestra que la mayoría de los alumnos no ven vídeos de más de 4 minutos. Por eso, tendencias como el microaprendizaje son más relevantes que nunca. El usuario moderno ya no está dispuesto a comprometerse con un proceso de aprendizaje que requiera su atención durante varias horas, especialmente si el beneficio para ellos no es evidente e inmediato.
Esto significa que el contenido de aprendizaje debe seguir los principios de diseño del aprendizaje, para ganar y mantener su atención e interés durante todo el proceso. Tenemos que diseñar planes de aprendizaje que no sólo sean eficientes, sino también atractivos para ellos. Este cambio ya se está produciendo a través de la gamificación de la formación en entornos profesionales. Al apelar a las necesidades del alumno, se puede interactuar con los aspectos emocionales de cada uno, lo que los mantiene activamente comprometidos e interesados en el aprendizaje durante más tiempo.
Ser más flexibles
Según un informe de Zapier, más del 50% de los empleados estadounidenses ahora trabajan desde casa: “La flexibilidad en el aprendizaje es, por lo tanto, clave”. Las organizaciones tienen que llegar a los alumnos estén donde estén. Deben proporcionarles soluciones (como el aprendizaje desde el móvil) para anteponerse a la situación personal de cada uno.
Como también muestra el estudio de Deloitte, el “estudiante moderno” está motivado para desarrollar y poner en práctica sus habilidades, tanto es así que muchos incluso se han preocupado y han pagado por su formación fuera de las oficinas. Los responsables de L&D y las organizaciones tienen que estar a la altura de la situación; tienen que construir y asegurar el contexto adecuado para que el aprendizaje tenga éxito. Incluyendo el acceso a la misma en cualquier momento, en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo.
Lo que más les importa
A medida que la pandemia mundial sigue transformando nuestra vida cotidiana, también ha cambiado la forma de impartir el aprendizaje en los entornos profesionales. Los encargados de L&D deben explorar las formas en las que la nueva normalidad está cambiando la industria y las metodologías de aprendizaje.
Si bien la implementación de nuevas herramientas y tecnologías ha permitido rediseñar el aprendizaje, los profesionales de L&D aún se enfrentan a un desafío cuando se trata de atraer y retener a estos nuevos usuarios. Parece que cuanto más accesible se vuelve el aprendizaje, más difícil es mantener a los alumnos contentos.
La clave es entender a los estudiantes investigando cómo piensan y cuáles son sus necesidades, al tiempo que se comprende la importancia y la complejidad del proceso de aprendizaje. No tengas miedo al ponerte en sus zapatos y diseña una estrategia de formación acorde a sus necesidades. Ahora es el momento de potenciar la comunicación para tu plantilla de manera global, proporcionando los materiales de aprendizaje pertinentes para ayudarlos a prosperar.
Si estás interesado en saber más sobre cómo apoyar a estos perfiles profesionales pasando del aprendizaje presencial al digital, ¡consúltanos!