Según los criterios universales, Elon Musk es un genio.
Pero cuando se difundió la noticia de la filtración de un correo electrónico en el que exigía que todos los empleados de Tesla volvieran a la oficina durante un mínimo de 40 horas semanales o se arriesgarían a ser despedidos, pensé: «Acaba de crear un problema grave de adquisición y retención de talento en su empresa».
Porque la cosa es así: el mundo del trabajo ha cambiado.
Los empleados quieren flexibilidad
Innumerables encuestas señalan que los profesionales actuales buscan un nivel alto de flexibilidad en sus trabajos. Desde la pandemia y por otras muchas razones, exigen tener un mejor equilibrio entre el trabajo y su vida privada.
En un informe de BCG de 2020 titulado «What 12,000 Employees Have to Say About the Future of Remote work», el 60% de los encuestados indicaron que preferían cierta flexibilidad respecto a dónde y/o cuándo trabajar en el futuro.
Una encuesta de Pulse of the American Worker afirmó que el 87% de las personas quieren trabajar desde casa al menos un día a la semana. El 68% de los trabajadores estadounidenses afirma que la posibilidad de combinar el trabajo a distancia y el presencial es el nuevo modelo de trabajo perfecto.
Y lo que es más importante, el estudio realizado por PR Newswire muestra que el 80% de los trabajadores estadounidenses rechazaría un trabajo que no ofreciera esta flexibilidad o teletrabajo.
En otras palabras, al no ofrecer esta flexibilidad en el lugar de trabajo, se reduce drásticamente la reserva de talento disponible.
La lista de este tipo de estudios continúa.
¿Y qué pasa con la colaboración?
Entonces, ¿Elon se equivoca?
No del todo.
Ésta es la otra cara de la moneda: el trabajo a distancia, por su propia naturaleza, supone menos conexión personal entre colaboradores, afectando directamente al nivel de innovación.
Un estudio de Microsoft de 2021 titulado: «Los efectos del teletrabajo en la colaboración entre los trabajadores de la información», analizó los datos de sus más de 60.000 empleados. Llegaron a la conclusión de que aunque con el trabajo remoto la productividad a corto plazo puede aumentar, a largo plazo disminuye.
Este estudio destacó también que el trabajo remoto provoca silos organizativos. Esto implica que los empleados no tienen acceso a información relevante dentro de otras áreas de la empresa, reduciendo así también el potencial de innovación.
Flexibilidad en función del sector
El estudio también señala que algunos tipos de sectores y funciones son más adecuadas que otras para el teletrabajo. Es lógico que en la industria automovilística se necesite el trabajo in situ para una amplia variedad de funciones. Esto es algo que Musk señala en su mail, diciendo que 40 horas semanales en una oficina, «es menos de lo que pedimos a los trabajadores de la fábrica».
Al citar a estos trabajadores, quiere que se apliquen las mismas condiciones a los trabajadores de cuello «azul» como a los de cuello «blanco».
Es hora de replantearse las cosas
Sin embargo, la opinión de Musk sobre el teletrabajo remoto parece anticuada. Cuando Musk tuiteó «They should pretend to work somewhere else», parece que la confianza en que sus empleados trabajen desde casa es la cuestión que está en juego.
Musk debería replantearse su postura. Incluso permitir un solo día a la semana de trabajo remoto sería una gran ayuda para muchos colaboradores. Esta situación conducirá internamente a la frustración y a las renuncias, incluyendo la caída en la entrada de nuevo talento.
Una empresa con los recursos y el historial que tiene Tesla usaría el trabajo remoto e híbrido como una oportunidad para liderar esta aceleración. Así como potenciaría el desarrollo y uso de herramientas colaborativas digitales.
Por último, todas las empresas -incluida Tesla- deberían decidir qué modelo de trabajo les funciona mejor. Las compañías son tan buenas como su gente. Descuidar las necesidades y los deseos de sus empleados (y potenciales) generará problemas sí o sí.
Nuestro win-win: ¿cómo lo hacemos en Speexx?
En Speexx sabemos que las ventajas del teletrabajo y del formato híbrido superan con creces la semana laboral obligatoria de cinco días en la oficina. Como plataforma digital de formación en idiomas, tenemos un sentido innato del poder de la comunicación. Por ello, al revisar nuestras políticas de trabajo remoto/híbrido, llegamos a la conclusión de que queríamos promover una cultura de colaboración en nuestras oficinas. Para ello, pedimos que los empleados afiliados a una oficina (no los remotos a tiempo completo) vinieran un mínimo de dos días a la semana.
Pero esto no se hizo de forma aislada. Hablamos con todos ellos para conocer sus opiniones y necesidades. Después introdujimos un sistema de escritorios dinámicos en cada sede. Además, añadimos nuevas herramientas de colaboración online a nuestro ya existente entorno tecnológico. Y, por último, dedicamos tiempo a desarrollar normas de etiqueta para reuniones virtuales. Así conseguimos que el trabajo híbrido fuera lo más fluido posible.
La reacción de los empleados hasta ahora ha sido positiva. Dos días a la semana proporcionan un buen nivel de flexibilidad. Y, a medida que la gente ha vuelto a las oficinas, hemos notado el aumento de la energía, la colaboración y las conexiones personales.
Todos salimos ganando.