Enseñanza de idiomas en empresas internacionales. ¿Obligatoria?
Las empresas que operan a nivel internacional deben interactuar con personas de muchos países distintos, que podrían no hablar el mismo idioma. Como es evidente, la enseñanza de idiomas siempre resulta beneficiosa en estas situaciones, pero, ¿debería ser obligatoria?
Por regla general, en la economía globalizada actual todas las empresas tienen un carácter internacional. De este modo, en lo referente a la enseñanza de idiomas, las empresas que exigen formación disponen de una ventaja competitiva con respecto a las que no. Aunque animen a sus empleados a aprender idiomas extranjeros, puede que sigan percibiendo unos ingresos claramente inferiores en comparación con aquellas empresas que no se limitan a animarles, sino que también les ofrecen recursos de aprendizaje de idiomas.
El aprendizaje de idiomas conlleva un aumento de los ingresos
Como ya hemos dicho, el aprendizaje de idiomas representa una buena rentabilidad de la inversión (ROI) para las empresas, al tiempo que permite incrementar los ingresos de los empleados. Las encuestas del sector demuestran que las empresas que ofrecen enseñanza de idiomas experimentan un incremento de sus ingresos. Esto es algo especialmente importante en la economía actual, en la que las empresas a menudo operan en más de un idioma.
Puesto que la amplia mayoría de empresas deben comunicarse en al menos dos lenguas, formar a los empleados en dichos idiomas no solo es algo beneficioso, sino también necesario para no quedarse rezagado. Si todas las empresas precisan unas competencias lingüísticas avanzadas, no ofrecer los medios adecuados para adquirirlas colocará a dicha empresa por detrás de sus competidores en el mercado.
La comunicación puede impulsar o destruir a una empresa
La comunicación es el rostro visible de un negocio y los empleados que suponen el contacto inicial de la empresa, la representan en su conjunto. Por lo tanto, una comunicación deficiente tiene como resultado una primera impresión negativa de la empresa, así como dificultades para dirigir los negocios.
En lo que respecta a los documentos oficiales, pequeños errores pueden acarrear graves consecuencias y es importante tener en cuenta los matices culturales. Es evidente que esto tiene especial relevancia para las compañías multinacionales que tratan temas sensibles a diario, como bufetes de abogados, organizaciones pro derechos humanos y gobiernos. Sin embargo, ¿qué sucede con otro tipo de empresas? Puede que los retos no sean tan sencillos de detectar, pero no por ello son menos perjudiciales. La falta de entendimiento puede llevar a tomar malas decisiones empresariales que, a su vez, podrían producir un descenso de los ingresos e incluso, en casos más graves, el fracaso del negocio.
Un mal nivel de inglés ya no es aceptable
En la actualidad, la principal lengua de negocios a nivel internacional es el inglés y las empresas cuyos empleados no dominan suficientemente este idioma podrían sufrir las consecuencias. Esto se aplica tanto a la comunicación interna, como externa.
Crear una cultura empresarial en torno a una sólida lengua común es de especial relevancia para las empresas europeas, puesto que aquí, la tendencia pasa por disponer de una combinación mayor de nacionalidades e idiomas distintos. Esto provoca situaciones en las que dos hablantes no nativos de inglés deben comunicarse entre sí en inglés. Algunas empresas están descubriendo que las evaluaciones de idiomas les ayudan a abordar estas necesidades, puesto que les permiten valorar los niveles de competencia lingüística de sus nuevos empleados en el proceso de selección. También les ayudan a entender en qué aspectos puede resultar más beneficiosa una inversión en enseñanza de idiomas.
No se puede negar que unas sólidas competencias lingüísticas aportan un mayor ROI a su empresa. Con independencia de que la enseñanza de idiomas sea obligatoria o de que solo ofrezca esta formación a los empleados que estén interesados en ella, el resultado será una mejora del desempeño internacional de su empresa. Unas mejores competencias lingüísticas permiten que su empresa ofrezca una imagen más experta, profesional y controlada. Le ayudará a transmitir confianza en mercados internacionales y, en última instancia, a impulsar sus beneficios.
Aportaciones clave
- Mejorar las competencias lingüísticas de tus empleados con la formación adecuada mejorará la comunicación y profesionalidad con las partes interesadas, tanto internas como externas. A su vez, esto te aportará unos mayores ingresos a tu organización.
- Las competencias lingüísticas ya no son ventajas adicionales sino un requisito fundamental para cualquier empresa que opere en el mercado globalizado actual.
- Mantenerse a la cabeza requiere que los empleados aprendan los idiomas críticos que permitan garantizar el éxito de tu empresa en distintos segmentos del mercado mundial. Saber estos idiomas clave mejorará las competencias comunicativas, además de las competencias sociales asociadas a estas.
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Fotografía: artens / Shutterstock.com
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