Estilos modernos de liderazgo: la evolución del liderazgo

8 estilos de liderazgo moderno

En este blog analizamos ocho estilos de liderazgo moderno que han demostrado su eficacia en el entorno empresarial actual. ¿Qué los caracteriza? ¿Qué habilidades interpersonales se necesitan para dominarlos? ¿Y en qué situaciones son los más adecuados?

1. Estilo autoritario

• Objetivo: claridad en tiempos de incertidumbre.
• Beneficios: Fomenta la motivación, la unión del grupo y un fuerte vínculo personal entre los colaboradores y el líder.
• Soft Skills: Iniciativa, autocontrol, voluntad de triunfar pensando «cueste lo que cueste».
• Más adecuada durante una crisis, pero debe utilizarse con cautela para evitar una disminución de la motivación o alcanzar el riesgo del agotamiento.

2) Estilo democrático

• Objetivo: Trabajar juntos para lograr un objetivo común.
• Beneficios: Cada contribución cuenta, por lo que se valoran las aportaciones individuales y se fomentan la colaboración, la comunicación y la comunidad.
• Soft skills: Colaboración, habilidad de comunicación e interés por otras opiniones.
• Más adecuado en situaciones que son nuevas para todos y requieren de una colaboración eficaz, como la implantación de un nuevo sistema o flujo de trabajo.

3) Estilo empático

• Objetivo: Fortalecer las relaciones interpersonales, promover la conexión y el espíritu de equipo.
• Beneficios: La empatía como herramienta para la resolución colectiva de problemas, la motivación a través del trabajo hacia un objetivo común y el sentido de pertenencia.
• Soft skills: empatía, paciencia y resolución de conflictos.
• Más adecuado en situaciones con un alto nivel de estrés, en las que existe presión sobre todo el equipo, así como sobre los colaboradores de manera individual, y es necesaria la resolución compartida de problemas.

4) Estilo intrusivo

• Objetivo: Equilibrar la presión para mantener motivado al equipo.
• Beneficios: Hace más posible la consecución de objetivos ambiciosos y desafiantes.
• Soft skills: Iniciativa y voluntad.
• Más adecuado para escenarios ambiciosos, pero hay que tener cuidado para evitar la microgestión y el agotamiento de los empleados.

5) Estilo motivacional

• Objetivo: Alcanzar los objetivos individuales para contribuir al éxito compartido.
• Beneficios: Fomenta el sentimiento de pertenencia y la motivación de los empleados.
• Soft skills: Atención, escucha activa y empatía.
• Más adecuado en situaciones dónde se quiere invertir en la empleabilidad de los colaboradores a largo plazo y dónde se quiere mantener al talento en el centro.

6) Estilo visionario

• Objetivo: Visualizar, planificar  y perseguir sueños y éxitos colectivos.
• Beneficios: Inspira y motiva a todo el equipo, ayudando a comunicar una visión clara.
• Soft skills: Seguridad en sí mismo, empatía, perseverancia y persuasión.
• Más aplicable en start-ups o empresas que quieren tomar una nueva dirección y aún están trabajando en su posicionamiento en el mercado.

7) Estilo suave

• Objetivo: Apreciar los puntos fuertes de cada colaborador, fomentar el talento interno.
• Beneficios: La humanidad como clave del éxito, sentido de la conexión en el grupo.
• Soft skills: Escucha activa, empatía y ánimo.
• Más útil en situaciones en las que el talento se desperdicia por patrones tradicionales y jerarquías anticuadas. Aplicable a cuando las empresas se centran en estructuras caracterizadas por la inspiración, la motivación y la responsabilidad colectiva.

8) Estilo femenino

• Objetivo: Impulsar el talento a través de las relaciones interpersonales.
• Beneficios: Incluso en ecosistemas complejos y acelerados, las relaciones interpersonales se construyen para alcanzar un objetivo común.
• Soft skills: Escucha, confianza, inclusión y colaboración.
• Más adecuado cuando interviene un conjunto diverso de personas en situaciones caracterizadas por cambios rápidos.

Anatomía del líder moderno

Aunque el análisis de los distintos estilos de liderazgo ofrece perspectivas valiosas sobre los matices y sutilezas del liderazgo, es importante comprender que, en nuestro mundo en constante cambio, ya no basta con comprometerse con un único estilo. El mundo profesional ha evolucionado hacia un sistema complejo en el que la flexibilidad y la adaptabilidad se han convertido en habilidades clave para los líderes. Un estilo de liderazgo que tuvo éxito ayer puede que ya no sea la mejor elección hoy.

Así pues, un estilo de liderazgo verdaderamente eficaz no es sólo un conjunto de rasgos, sino una puesta a punto que requiere la capacidad de adaptarse a las circunstancias y ajustar el estilo de liderazgo a los cambios constantes. Es un arte que se aleja de los modelos rígidos y se abre al desarrollo individual, al diálogo y a la adaptación. Así pues, el estilo de liderazgo ya no se entiende como un concepto monolítico, sino como una esencia dinámica, en definitiva: un liderazgo ágil.

Liderazgo ágil

El liderazgo ágil implica aceptar lo desconocido, ver el cambio como una oportunidad y responder rápidamente a las circunstancias cambiantes. Requiere la capacidad de recurrir a diferentes estilos de liderazgo y adaptarlos en función de la situación y de las necesidades individuales del equipo. Esta flexibilidad permite a los líderes seguir el ritmo de las turbulentas exigencias del entorno empresarial moderno.

Un líder que practica con esta agilidad se convierte en un puente entre estilos distintivos, actuando como conector o director de orquesta para crear una interacción armoniosa entre estilos. Esta adaptabilidad es esencial en el entorno empresarial contemporáneo, donde el cambio y la flexibilidad son muy valorados.

Pero, ¿qué soft skills hacen a un líder ágil? Un artículo de Deloitte enumera las siguientes:

• Autogestión: requiere de un alto nivel de autorreflexión y capacidad de delegación.
• Capacidad de resolución de problemas.
• Capacidad para aplicar métodos ágiles: el verdadero liderazgo ágil sólo se produce si el propio directivo conoce a fondo los métodos, procesos y principios ágiles.
• Habilidades de comunicación.
• Capacidad para gestionar el cambio de forma proactiva.

«El entorno ágil ha aumentado la complejidad y, por tanto, debe contar con líderes capaces de gestionar de forma proactiva los cambios necesarios a pesar de la incertidumbre y el miedo al fracaso.»

En un mundo caracterizado por la incertidumbre y los cambios rápidos, los líderes ágiles son los que allanan el camino, mantienen unido al equipo y mantienen a la empresa hacia un buen rumbo.

Estilos de Liderazgo moderno: centrados en las personas

Los números son hechos y, por tanto, la moneda más importante en la vida empresarial. Pero el éxito de una empresa -al menos si quiere sobrevivir en el mundo laboral actual- no debe medirse sólo por los números. Se podría decir que el verdadero éxito de una empresa va mucho más allá de los números: el factor humano es la clave para llevar una empresa al éxito.

La tecnología y la innovación se fusionan con el factor humano para crear una ecuación de éxito imbatible: los clientes quedan más satisfechos y los empleados son más productivos.

El factor humano en la ecuación del éxito empresarial

Es fácil asombrarse ante las maravillas de la tecnología moderna -en particular la IA-, sin embargo, los expertos de L&D y RRHH deberían centrarse siempre en el factor humano de esta ecuación.

Para representar estas relaciones en armonía como una ecuación matemática, sería algo parecido a esto:

Tecnología + Innovación / Factor Humano = Éxito del negocio

Reconocer el valor de la influencia humana

Es imprescindible evaluar a fondo la importancia del impacto humano dentro de tu organización. Os hacemos tres preguntas clave que pueden aportar información valiosa respecto a este tema:

1. Impulso de las Soft Skills: ¿Hasta qué punto las soft skills de los directivos son precisas? Desde las capacidades de liderazgo y comunicación hasta la inteligencia emocional, cultivar estas habilidades es primordial.
2. Satisfacción de los empleados: ¿Se da prioridad en vuestra empresa a la satisfacción de los empleados? Los empleados satisfechos tienden a ser más productivos y a estar más comprometidos, lo que repercute directamente en el éxito general de una organización. También debemos tener en cuenta la posibilidad de utilizar el Net Promoter Score (NPS), que normalmente se usa para medir la medir la satisfacción de los clientes, para evaluar el bienestar de la plantilla.
3. Empoderamiento y dar voz a los empleados: ¿Tienen vuestros empleados voz y voto en su propio crecimiento profesional? El lugar de trabajo contemporáneo requiere de un entorno que fomente el desarrollo individual y la planificación de la carrera profesional. Sin embargo, según Deloitte, solo el 59 % de los encuestados cree que su empresa capacita total o parcialmente a los empleados para dar forma a sus propias trayectorias profesionales.

Estilos de liderazgo moderno: fomentar el aprendizaje

Proporcionar contenidos de aprendizaje a los que tu equipo pueda acceder desde cualquier lugar es un primer paso importante. Sin embargo, el verdadero desarrollo se produce cuando los empleados asumen proactivamente la responsabilidad de su propio desarrollo personal. Esto implica capitalizar su progreso en el aprendizaje, junto con las oportunidades y recursos de formación disponibles, para maximizar sus contribuciones tanto a sí mismos como a la empresa.

Una cultura de aprendizaje compartido, compromiso y desarrollo es clave para motivar a las personas a aprender de forma independiente. En el complejo mundo de la gestión moderna, existen innumerables oportunidades para desarrollar el talento, inspirar a los equipos y llevar a las organizaciones al máximo rendimiento.

Crear un futuro de humanidad, éxito e innovación.