Formación en idiomas: 5 beneficios para las empresas
El contexto económico, la crisis energética, la Gran Dimisión y la hibridación del trabajo, ha hecho que los equipos estén cada vez más dispersos geográficamente y sean más diversos… No faltan factores para fomentar la formación lingüística y la adopción del multilingüismo en las organizaciones. Sin embargo, según un estudio realizado por Eurostat, solo el 66% de los españoles habla una lengua extranjera.
Hay que decir que los beneficios y las repercusiones del dominio de otras lenguas extranjeras pueden parecer poco claros a nivel empresarial. Y se cree que el aprendizaje de idiomas es más una cuestión de iniciativa personal. Es más habitual escuchar «es cosa de mi colaborador saber hablar inglés» o «solo tenemos que buscar perfiles que sean directamente bilingües» que «vamos a poner en marcha un proyecto de desarrollo de las competencias lingüísticas de nuestros empleados». A veces se considera que el aprendizaje de idiomas es una habilidad más soft que hard, o incluso, a veces, un «extra».
Poner en marcha un plan integral de formación en idiomas o trabajar una estrategia para desarrollar las competencias lingüísticas tiene un impacto más que significativo a todos los niveles de la empresa.
1. Impulsar (también) el desarrollo económico
«Si te quiero vender algo, hablo en tu idioma; si compro dann müssen Sie Deutsch sprechen [entonces deberé hablar alemán]». Esta es la idea, en palabras del canciller alemán Willy Brandt.
Hablemos de un caso concreto: Oney. El grupo financiero ha entendido este principio y, para trabajar en su expansión más allá de Europa, ha puesto en marcha un plan estratégico de formación lingüística. Antes, la empresa ofrecía soluciones individuales pero estandarizadas: tenían una necesidad y ofrecían 20 horas de formación presencial. Desde entonces, Oney ofrece a todos sus empleados acceso a nuestra plataforma de aprendizaje de idiomas, con cursos adaptados a las necesidades de cada uno. ¿El objetivo? Que el 100% de los empleados de Oney tenga un nivel B2 en inglés en 2024.
2. Desarrollar el talento interno
El 15% de los empleados teletrabajan. Este dato lo da un estudio realizado por The Ladder y representa una cifra cuatro veces mayor que en 2019. Pero lo que se destaca no es simplemente que el 15% de los trabajadores prefieran trabajar desde casa. No se trata de comodidad o flexibilidad. Es la posibilidad de que cualquier persona del mundo trabaje para una empresa con sede en cualquier parte del mundo. Ahora una persona afincada en Lisboa puede trabajar para una entidad con sede en París.
Por lo tanto, la creación de una oferta de formación lingüística dentro de una empresa se convierte en una cuestión clave. No solo hace crecer a la empresa, como hemos visto con el ejemplo anterior, sino que la reserva del talento se amplía. Y los problemas relacionados con las barreras lingüísticas entran en juego.
Además, esta búsqueda del talento adecuado y su retención son cruciales en tiempos de la Gran Dimisión. Se ha vuelto esencial retener a los empleados ofreciéndoles actividades extra que enriquezcan su vida en la compañía. Pero también fortaleciendo su sentimiento de pertenencia.
3. Unir a tus equipos trabajando el sentimiento de pertenencia
Derribar las barreras lingüísticas permite el desarrollo económico y ayuda a combatir la Gran Dimisión al eliminar las barreras geolingüísticas. Ofrecer soluciones de formación en idiomas fomenta un mejor sentido de pertenencia dentro de los equipos. Así, todo el mundo puede comunicarse libremente y hacerse entender con cualquiera. Este es el caso, por ejemplo, de Atos, que, mediante una solución de formación digital única y de libre acceso para los empleados de 71 países, pretende reforzar los vínculos internos a nivel internacional. Todos los empleados tienen la oportunidad de aprender un idioma, ya sea para desarrollar o reforzar sus habilidades profesionales o por interés personal.
La estandarización de herramientas colaborativas como Slack o Teams ha roto las barreras de los equipos: puedes ponerte en contacto fácilmente con un homólogo del otro lado del mundo. Con la formación lingüística adecuada, estas relaciones pueden mantenerse en el tiempo.
4. Mejorar su empleabilidad
La aplicación de un plan de formación lingüística mejorará el nivel de empleabilidad de tus colaboradores. De manera obvia, das a un empleado la oportunidad de aprender inglés, alemán o español, lo que les permite añadir una línea más a su CV.
Pero esta oportunidad va mucho más allá y favorece la adquisición de muchas otras habilidades blandas. Los neurocientíficos han estudiado a fondo el impacto del aprendizaje de otras lenguas. Ya lo hemos mencionado anteriormente en esta infografía. Sin embargo, hay que recordar que dominar o aprender idiomas fomenta directamente la plasticidad del cerebro y, por tanto, la capacidad de adaptación o la creatividad. También somos más capaces de identificar las diferencias culturales cuando aprendemos una lengua extranjera. Nos obliga a pensar en otro idioma, en otra cultura, y por tanto a salir de nuestro propio marco de referencia. Hablar inglés o cualquier otro idioma implica entender una lógica diferente a la nuestra, aunque solo sea en cuanto a la construcción de las frases.
Y esta lógica diferente tiene repercusiones mucho más fuertes que el marco lingüístico o intercultural por sí solo. Esta gimnasia cerebral nos facilita el multitasking.
5. La formación lingüística permite prepararnos para el futuro desde el employer branding
Más allá de todos los beneficios que acabamos de mencionar, la aplicación de un plan de formación lingüística profesional permite desarrollar también otras ventajas. La plasticidad individual se nota también en el ámbito corporativo: una organización en la que se hablen varias lenguas será una organización más flexible y adaptable y, por tanto, podrá reaccionar más rápidamente que sus competidores a las nuevas oportunidades del mercado.
Además, invertir en planes de formación lingüística permite que la organización sea más multicultural, rompiendo las barreras lingüísticas y físicas. No solo todo el mundo puede encontrar su lugar teniendo los medios para ello, sino que los beneficios se pueden notar en toda la organización. Un estudio de la Universidad de Michigan realizado en 2020 descubrió que los equipos multiculturales superan significativamente a los equipos compuestos por profesionales con un único origen cultural.
Por último, la aplicación de un plan de formación lingüística permite mostrar una política proactiva de desarrollo de competencias. Con ello, la empresa no solo muestra una voluntad de desarrollo, sino que apuesta por el futuro de cada uno de sus empleados, potenciando así su employer branding.
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